Greco apartment with private terrace

Doménikos Theotokópulos Nace en 1541 en Creta y muere en Toledo en 1614. Como detalle curioso decir que es el único pintor del que no tenemos conciencia exacta de su rostro, todos se autorretrataban, pero no así El Greco. En 1567 marcha a Venecia donde aprenderá con Tiziano, Tintoretto, los Bassano y Veronés sus asignaturas pendientes: la escenografía, la perspectiva, y la técnica de pintar con color. El Greco está encuadrado en el manierismo, arte intelectual, abstracto, que altera lo real, lo que la naturaleza nos ha inspirado y su gama cromática es veneciana.

En el 1570 marcha a Roma, se alojará en el Palacio Farnesio, bajo la protección de esta importante familia. Las relaciones se romperán cuando afirme que Miguel Ángel es un pobre hombre, que no es un buen pintor, que él hubiera pintado mejor la Capilla Sixtina. Sin mentores y al no tener encargos en Roma viene a España, a Toledo, a probar fortuna, a la corte del rey Felipe II.

Aquí pintará su primera gran obra de este periodo español: El expolio, para la sacristía de la catedral de Toledo. Al entregar la obra surge su primer gran problema: la relación entre cliente y artista. En Castilla el sistema de contratación de una obra de arte es muy peculiar. En el contrato se especificaba el tema, el plazo de entrega, el precio de los colores y el material; pero nunca se daba el precio final, esto es radicalmente distinto en Italia, donde se especifica todo. En España se fijaba un sistema que dejaba en desventaja al artista: las dos partes tomaban tasadores para ponerse de acuerdo en el precio a la entrega de la obra. En España el artista es un obrero, en Italia era casi un aristócrata. Habrá un gran litigio entre artista y cabildo de la catedral, lo que hará que no vuelvan a hacérsele encargos para la misma.

En el 1586 se le hace un encargo privado, la obra es El entierro del Conde de Orgaz, el difunto es D. Gonzalo Ruiz de Toledo, que fue señor de Orgaz y ascendido a conde por Carlos V. D. Gonzalo había ocupado cargos políticos, tanto en la ciudad, como al lado de los reyes castellanos. Se había distinguido por su caridad hacía los pobres y enfermos, por ello, en premio a sus virtudes cuando lo están enterrando bajan del cielo dos santos: San Agustín y San Esteban para ayudar a depositar el cuerpo del difunto en la sepultura.

En cuanto a la composición El Greco realiza una obra dividida en dos partes sin relación, la terrenal y la celestial donde hay cambio de registro en la luz, cromático y en el canon de las figuras. En primer lugar, está el niño, de su bolsillo sobresale un pañuelito con una fecha, la de su nacimiento, es Jorge Manuel, el hijo del Greco, con nueve años. En la parte superior un ángel llevando el alma de Don Gonzalo entrando en el cielo, donde lo reciben los santos. Esta parte superior es el juicio individual del alma, presidido por la Virgen y San Juan. Con el pago de esta obra también tuvo El Greco graves problemas, pero el peor caso de todos fue su trabajo en la década de los sesenta para el Hospital de la Caridad de Illescas (Toledo). En la Sociología de la Historia del Arte este hecho se estudia como un ejemplo de mala fe contra el artista. Este encargo devino en la ruina del Greco.

El Greco será un gran retratista, ejemplo de ello es su obra El caballero de la mano en el pecho, no se sabe con exactitud quién es la persona retratada aunque la hipótesis más aceptada es la que lo identifica con  el tercer marqués de Montemayor, Juan de Silva y de Ribera, que fue nombrado por Felipe II alcaide del Alcázar de Toledo y notario mayor del reino, un cargo que acreditaría el ademán solemne de la mano, en acción de jurar.

También pintará paisajes toledanos, con los típicos cielos grequianos: crepusculares, nocturnos, que presagian tormenta; construidos a base de grises, azules, algunos toques negros y blancos para el destello del relámpago, destaca Vista y plano de Toledo, cuadro que tuvo relevancia porque los viajeres realizaron encargos de pequeño tamaño, solicitados a modo de postales para llevarse consigo como recuerdo.